El Consejo Superior de Deportes rinde homenaje al director de la Residencia Joaquín Blume, José Ramón López Díaz-Flor

La sala de piragüismo del Centro de Alto Rendimiento del Consejo Superior de Deportes en Madrid llevará su nombre en reconocimiento a su trayectoria.
  • En la antesala de su jubilación, autoridades, deportistas, compañeros, familiares y amigos se han reunido en un emotivo acto que pone en valor casi 40 años de trayectoria.

Madrid, 17 de noviembre de 2025.- El Consejo Superior de Deportes (CSD) ha homenajeado este lunes a José Ramón López Díaz-Flor, que a finales de 2025 cerrará una etapa de casi 40 años como director de la Residencia Joaquín Blume en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid.

Durante un acto celebrado en la sala de piragüismo y en presencia de autoridades, deportistas de distintas generaciones, compañeros de trabajo, familiares y amigos, el presidente del CSD, José Manuel Rodríguez Uribes, anunció que ese espacio pasará a denominarse con el nombre del director desde 1988 de la Residencia Joaquín Blume.

En palabras de Rodríguez Uribes, esta decisión es un gesto de agradecimiento “a su dedicación y profesionalidad”, tanto durante su etapa como deportista como en estos casi cuarenta años al frente de la gestión de la residencia, un lugar clave en el desarrollo del talento.

“Ese puesto precisa de liderazgo y mucha calidad humana. Con tu autenticidad, tu compromiso y tus buenas intenciones, has sido y eres una parte fundamental de la historia del deporte español, del CSD y, por supuesto, de la Residencia Joaquín Blume”, ha indicado Rodríguez Uribes.

 

Sala de Piragüismo José Ramón López Díaz-Flor

Desde este momento, la sala de piragüismo del CAR de Madrid pasa a denominarse “Sala de Piragüismo José Ramón López Díaz-Flor”.

“Te mereces que tu nombre quede unido para siempre a este sitio y a todo lo que simboliza”, ha anunciado Rodríguez Uribes.

Durante su trayectoria deportiva, José Ramón López Díaz-Flor situó a España en la élite del piragüismo internacional. Fue medallista olímpico en los Juegos de Montreal 1976 (plata en K4 1.000m) y consiguió seis medallas mundialistas entre 1975 y 1978.

Tras su sobresaliente etapa como deportista, en febrero de 1988 asumió la dirección de la Residencia Joaquín Blume del CAR de Madrid, donde ha acompañado y guiado a decenas de generaciones de jóvenes deportistas. Su trabajo y su personalidad han dejado huella en quienes han tenido la oportunidad de crecer bajo la exigencia y el cariño que desde ese puesto les ofreció.

“Veros aquí a muchísimos compañeros y deportistas es para mí un honor; soy yo el que tiene que agradeceros el haber podido vincularme a la residencia durante tantos años”, ha señalado López Díaz-Flor visiblemente emocionado, tras descubrir la placa conmemorativa que otorga su nombre a la sala de entrenamiento de piragüismo.

López Díaz-Flor ha subrayado la relación “paterno-filial” que durante más de tres décadas ha construido con los y las deportistas de la Residencia Blume, un vínculo “formativo” que, según ha destacado, ha servido para aprender mutuamente. 

El medallista olímpico también ha querido recordar la “apuesta que se hizo desde esta casa, desde el CSD, para poder disponer de un instituto dentro del centro y que nuestros deportistas se formen aquí”.

 

La figura de José Ramón López Díaz-Flor, en palabras de los deportistas del CAR

Durante el homenaje, algunos de los deportistas más destacados de los últimos años quisieron expresar lo que José Ramón ha significado para ellos.

Así, el fondista Fernando Carro ha destacado su faceta más emocional:

“No solo para mí sino para todas las personas que a lo largo de los años han pasado por el Centro de Alto Rendimiento, la figura paternal incluso maternal -como alguna vez he hablado con él- ha significado un punto de apoyo estratégico para todos y cada uno de los deportistas. Su paso por la residencia y, en general, por el deporte español y por nuestro deporte en particular, nunca va a poder llenarse de la misma manera”.

La jugadora de bádminton Carolina Marín recordó cómo José Ramón se convirtió en un pilar fundamental desde su llegada:

“Cuando yo llegué aquí, con 14 añitos, José Ramón se convirtió en mi segundo padre. Y lo ha sido en estos casi 20 años que llevo en Madrid. Ha sido un padre, un amigo y, sobre todo, una persona de mi confianza. Le estoy muy agradecida, por cada uno de los detalles que siempre tiene conmigo, por cuidarme tan bien como me ha cuidado y, sobre todo, agradecida por el cariño que siempre me ha tenido. José Ramón ha sido tan importante que, cuando me dieron el Princesa de Asturias y me preguntaron con quién quería ir -aparte de mi equipo y mi familia, por supuesto-, al ser una persona tan importante en mi vida y casi un segundo padre, le quise invitar a que compartiera conmigo ese momento tan bonito y emotivo para mí.”

El karateka Damián Quintero ha loado su figura como educador, en el ámbito deportivo y en el personal:

“Para mí, has sido un segundo padre. He aprendido muchísimo de ti. ¿Qué te voy a contar de todos estos años que hemos pasado juntos? Me has enseñado, me has regañado, nos lo hemos pasado bien. Me has hecho infinitos favores. Principalmente, me has hecho la vida mucho más fácil desde que llegué a Madrid con 18 años hasta los 41 que tengo. Te agradezco infinitamente lo que haces por mí, lo que haces por los deportistas y por el deporte español.”

La también karateka Sandra Sánchez ha recordado el gran apoyo que supuso para ella en los peores momentos:

“Cuando llegué a la residencia y todos veían problemas, tú encontraste soluciones. Eso llegó a significar que en determinado momento mi vida tomara un camino u otro. Quiero agradecerte que siempre estuvieras ahí, con tus apretones de mano, con tus abrazos y siempre con tu apoyo. Aunque ahora empieza otro camino de tu vida, de alguna manera vas a formar parte siempre de la nuestra. Te llevaremos siempre aquí, en nuestro corazón”.

La atleta Águeda Marqués ha reparado en la sensación de vacío que deja y le ha transmitido sus mejores deseos para el futuro.

“No hay residencia sin Jose. Va a ser un poco raro, la verdad. Que sea muy feliz con sus nietos, que lo he visto alguna vez jugando por aquí con ellos en el arenero. Se lo merece. Lo vamos a echar mucho de menos”.

Por último, su compañero y buen amigo Juan José Yepes, el responsable de instalaciones del Centro de Alto Rendimiento de Madrid, ha querido también dedicarle unas emotivas palabras: "No he oído a ningún deportista una crítica hacia José Ramón. La calidad humana que tiene, con lo grande que es la residencia, no cabe en la Blume. De verdad, te lo digo desde el corazón. Te voy a echar mucho, mucho de menos. Hasta luego, Jota”.