LOS "CRACKS" DEL BOXEO
Los integrantes de la selección nacional de boxeo estaban concentrados en el Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada cuando fue decretado el estado de alarma en España y el posterior confinamiento.
Largos pasillos, silencio, luz tenue… “parecía el hotel de El Resplandor”, nos cuentan desde la Federación Española de Boxeo, que tuvo a sus 14 integrantes del equipo nacional concentrados durante un mes. Estaban prácticamente solos en las habitaciones, cumpliendo así con las medidas de seguridad.
En las dos primeras semanas de confinamiento, ni siquiera podían comer juntos. Cada uno se subía la bandeja a la habitación. Las dos semanas posteriores, podían coincidir en el comedor.
“En Granada sólo estábamos 14 personas, junto a algunos pocos más deportistas de triatlón y natación. Los protocolos eran tan estrictos que si se te olvidaba algo en la habitación, al tener que ir en un solo sentido, tenías que dar casi la vuelta entera al edificio para recoger las cosas”, recuerdan desde la Federación.
Para Rafa Lozano, seleccionador nacional, estas semanas han sido difíciles de gestionar: “porque es un grupo que está muy unido, en el que apenas había contacto entre ellos. Hacíamos vida en las habitaciones y sólo coincidíamos en el entrenamiento. Luego, las dos semanas posteriores, ya nos juntábamos en el comedor. Ha sido muy extraño porque somos una pequeña familia y era raro estar separados”, detalla el doble medallista olímpico.
Lozano tiene una doble lectura del obligado parón que tanto ha afectado a todo el deporte mundial: “Ha sido bastante fastidioso, porque estaban en un momento de forma fantástico, que fue en el preolímpico de Londres. Nos ha roto el ritmo de competiciones, el estado de forma… pero también es verdad que para otros ha servido para recuperarse de lesiones, y sobre todo, para ganar experiencia. Por ejemplo, las chicas: tienen buenos resultados, aunque a principio de año las enviamos a Marruecos para que cogieran confianza disputando competiciones. Lo que hay que sacar es que el grupo gana experiencia internacional. Incluso para Gabriel y Quiles, que aunque ya tienen plaza para Tokio, siempre cogen tablas en los combates”, nos cuenta Rafa.
Regreso a Madrid
El “grupo” al que se refiere Rafa Lozano, formado por 14 boxeadores, ha vuelto al CAR de Madrid, su lugar habitual de entrenamiento. “También eso era importante, porque todos tiran de todos. Es un deporte individual, pero la unión que tienen es enorme y entre ellos se motivan”.
“Estar en el CAR, con todo el grupo al completo es un lujo. Tenemos muchísima ilusión en los objetivos que nos hemos marcado y estando todos juntos es más fácil trabajar para conseguirlos”, cuentan desde la Federación Española de Boxeo. Esos objetivos a los que se refieren son lograr meter a 5 boxeadores españoles en los Juegos Olímpicos de Tokio, para los que ya están clasificados Gabriel Escobar (-52 kg.) y José Quiles (-57 kg.)”.
Pero antes de pensar a un año vista, la planificación deportiva se centra en el “aquí y ahora”. “Estamos a un 70% de nuestro ritmo. Debido a las medidas de seguridad, no podemos hacer combate. Hacemos una especie de sombra imaginaria, hacemos técnica, defensa y contra ataque por parejas… pero siempre a distancia”, cuenta Rafa Lozano, que añade: “están como las fieras, deseando salir a combatir”, nos confiesa.
La pandemia mundial ha condicionado por completo la vida del planeta, y el deporte no es menos. Ha tenido que adaptarse a una nueva realidad, pero que muchos deportistas asumen como un nuevo reto. Han cambiado sus horarios, sus ritmos, la planificación deportiva… lo que no ha cambiado, ni lo hará, es el ritual diario de saludos entre los integrantes del equipo. Con mascarilla, siguen chocando sus puños cada vez que empiezan la sesión de entrenamiento.